Tras 24 horas de descanso el Abeto afrontaba el reto más importante de su particular temporada: vencer al equipo de maestros y maestras del Manuel Canela. Ya desde primera hora de la mañana se palpaba que era un día diferente. "¿Maestra tú juegas?" era la pregunta más repetida mientras se formaba la fila previa a entrar en clase.
Y por fin llegó el recreo. Los alumnos y alumnas se situaban alrededor del terreno de juego tratando de coger un buen sitio para ver el partido.
Mientras los equipos se reunían para la foto y dar las últimas consignas.
A tenor de la fotografía se podría intuir que el árbitro tendría una actuación parcial pero lo cierto es que realizó un buen arbitraje y sin incidencias.
El partido comenzaba de tú a tú, con los dos equipos tocando la pelota pero con mayor profundidad por parte del Álamo. La maestra Patricia, a la postre estrella del equipo, comenzaba con su particular recital y se permitía el lujo de regatear en el área pequeña, para deleite de los espectadores.
No fue hasta un saque de banda cuando el partido se les pondría de cara a los maestros. Daniel, haciendo uso de su gran potencia, sacaba directo al área pequeña y Patricia, en el primer palo, cabeceaba y ponía el balón dentro de la malla. Golazo y 1-0.
Los futbolistas del Abeto fueron a por el empate y los maestros, con acierto, empezaron a mover el banquillo. Nada más salir, la maestra Inma tuvo que sacar con el pie un disparo raso que se colaba en la portería. La tensión subía y en una jugada embarullada en el área de los maestros el árbitro, con buen criterio, señalaba penalti.
Manuel se concentró y se dispuso a tirarlo pero el exceso de ganas terminó jugándole una mala pasada y lo echó fuera por muy poco. Quienes si marcaron a continuación fueron los maestros, en esta ocasión fue el director Carlos quien aprovechó un rechace dentro del área para poner el 2-0 en el marcador. Resultado con el que nos iríamos al descanso.
El segundo tiempo prometía ser apasionante. El Abeto comenzaba con fuerza y merodeaba la portería rival con peligro. Manuel se plantaba solo delante de la portera, pero la vaselina se iba fuera por poco.
El cansancio empezó a hacer mella en los jugadores y el partido se volvió más tosco, con pases en largo para intentar coger la espalda a la defensa o aprovechar algún rechace. Tanto uno como otro equipo tuvieron sus oportunidades.
En un saque de puerta Salvador conseguía tocarla y cuando ya se plantaba solo de cara a puerta, la portera atrapaba la pelota. Sacó rápidamente con las manos pillando desprevenida a la defensa rival y dejó solo al maestro Daniel que definió con calidad para poner el que finalmente sería definitivo 3 a 0.
En esta ocasión los maestros y maestras salimos vencedores pero ¿qué ocurrirá la próxima vez? Por si acaso esta victoria la hemos celebrado por todo alto porque, ante todo, ha sido una jornada de lo más divertida.
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